"Rosa y rojo, puñetazo en el ojo"

Durante muchos años, elegir ropa ha sido sinónimo de discusiones y discrepancias. Recuerdo aquella camisa con un estampado muy singular que me enamoró y que no pasó desapercibida en mi círculo más cercano; a nadie le parecía bella.

A mí, la mezcla de los colores rosa y rojo, me parecía arriesgada y me inspiraba a crear looks. Pero la actitud de la gente me hacía plantearme si de verdad lo que yo consideraba bello, lo era o no. Alexander McQueen me abrió los ojos cuando dijo que "hay belleza en todo. Lo que la gente normal percibirá como feo, yo lo puedo percibir como bello". Entendí que cada persona, tenía una idea de belleza diferente. Todos compartimos la idea de que existe la belleza y luchamos por encontrarla, porque "el entusiasmo por la vida es el secreto de toda belleza. No existe belleza sin entusiasmo" como dijo Christian Dior. Pero no todos compartimos los mismos ideales de belleza, algo que a mi parecer, sería muy aburrido. Si todos amasemos la camisa rosa y roja, se volvería aburrida y convencional, perdería ese atractivo. En cambio, "lo feo es atractivo. Lo feo es emocionante. La investigación de la fealdad es, para mí, más interesante que la idea burguesa de la belleza" como comentó Miucci Prada.

La moda es un juego donde uno debe jugar a combinar prendas para lograr emociones. Para mí, los que ganan este juego son aquellos que buscan esas prendas tan especiales que no entran en los cánones de belleza generalizados y a pesar de las constantes críticas, no se dejan llevar por la marea. "Siempre me gustaron aquellos a los que llamaban monstruos, gente que, en realidad, destaca y era hermosa" fueron palabras de Jean Paul Gaultier con las que me siento identificada.

Aquella camisa en tonos rosas y rojos no solamente me gustaba por su estampado, al cuál yo le veía muchas combinaciones posibles y un aire fresco entre tanta moda sobria. La controversia que generó me hizo verla aún más especial al no compartir la opinión de "rosa y rojo, puñetazo en el ojo". La belleza es muy subjetiva y en un mundo tan globalizado y sistematizado, es bello que cada persona tenga una opinión diferente y crea en ella. Todo se resume a lo que tú como persona, encuentres inspirador.

Acertadamente, Francis Bacon pensaba que "la belleza está en los ojos del que mira".