Yo también soy una "friki"
- martapilar
- 1 dic 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 abr 2023
Si ojeas un diccionario o googleas la definición de "friki" en rae.es, encontrarás varias acepciones que resumen a una persona "friki" como una persona rara y obsesiva con una afición. Durante toda nuestra vida, sobretodo durante la adolescencia, hemos tachado de "friki" a aquel chico de nuestra clase que era un apasionado de los videojuegos. Me incluyo porque yo también lo he hecho, y lo cierto es que nunca usábamos este adjetivo en un tono afectivo, siempre solía ser despectivo. ¿Tan extraño era que una persona encontrase aquello que le apasionaba y se volcase en ello?
Quiero que te pares un segundo a pensar en aquello que más te guste; el deporte, la cocina o la moda en mi caso. ¿Acaso no buscas la manera de disfrutar de ese hobby y profundizar en él todo lo posible? En mi caso, sí. Me apasiona tanto la moda que incluso mi carrera profesional está enfocada en ella. Algo similar le pasó a aquel "friki" de los videojuegos que venía conmigo a clase y a día de hoy es ingeniero informático y consiguió especializarse en lo que más le gustaba.
¿Todos somos "frikis"?
Por esta simple regla de tres, yo también soy una "friki". Mi nivel de friquilería llega hasta el punto de coleccionar revistas, conocer del primer al último look de la nueva colección de cada firma o saber la historia de mis diseñadores favoritos. Sin embargo, cuando le doy consejos de moda a mis amigas o les cuento la historia de alguna prenda icónica, se quedan asombradas porque sepa tanto. Y lo mismo nos pasa cuando nuestro compañero informático consigue solucionarnos un problema en el ordenador. Lo cierto es que hemos pasado de ver a las personas como "frikis" a admirar sus conocimientos.
Podríamos decir que nos cegamos por la belleza de aquello que nos apasiona. Siempre mantendré la idea de que uno mismo busca la belleza en todos los ámbitos de su vida: buscas una pareja que te parezca la más guapa del mundo, luchas por ese trabajo que crees que es el mejor del mundo o simplemente disfrutas del arte o de la música porque encuentras belleza en estas disciplinas. Y del mismo modo que el amor nos ciega y nos incita a querer más de esa persona, la belleza en todos los ámbitos nos obliga a superarnos, a tener más conocimientos en esa disciplina y ser mejores cada día. Irónicamente, nos resulta complicado definir nuestras pasiones. En más de una ocasión me han preguntado la razón por la que quiero dedicarme a escribir sobre moda, pregunta a la que siempre respondo "no lo sé". No es por falta de motivos, sino por la pasión que me nubla los pensamientos al reflexionar sobre ello.
Umberto Eco (2005, p. 310) sostuvo que la expresión "Je ne sais quoi", referida a la pasión de cada sujeto, habla de una belleza que "no se puede expresar con palabras, y sobre todo referida al correspondiente sentimiento que despierta en el ánimo del espectador" (Umberto Eco, 2005). Filósofos y científicos coinciden en que existe una experiencia común a las personas que 'sienten la belleza', pero no están de acuerdo en cómo definirla (Brielmann & Pelli, 2017).
Que ironía que nos pasemos toda la vida buscando algo que nos encienda el alma y una vez encontramos nuestra motivación, se nos califique como "frikis". O quizás se debe a que estas personas todavía no han encontrado la suya y no entienden la belleza que reside en nuestras pasiones.
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